Los sueños suelen relacionarse con imágenes vivas, historias enigmáticas y emociones intensas, y por eso todos pensamos que ocurren solo durante el sueño REM. Sin embargo, investigaciones recientes revelan que el sueño no REM (NREM)también puede dar cabida a experiencias oníricas… aunque muy distintas.
Más allá del REM tradicional
El sueño REM representa cerca del 25 % del total de nuestro descanso y se identifica por patrones cerebrales activos, movimientos rápidos de los ojos y parálisis muscular. Es, sin duda, la etapa asociada al recuerdo más frecuente de sueños intensos y narrativos. Según estudios clásicos, quienes despiertan durante esta fase relatan sueños detallados y emocionales.
No obstante, esa idea está quedando obsoleta. Como apunta la neuróloga Isabelle Arnulf, “la creencia de que los sueños solo ocurren durante el sueño REM proviene de quienes no están familiarizados en detalle con el tema” . Investigaciones recientes han desafiado por completo esa concepción tradicional.
Sueños en NREM: sutiles pero presentes
En varios estudios, cuando a un grupo de personas se les impidió entrar en sueño REM mediante fármacos y se les despertaba durante la noche, muchos recordaban haber tenido “algo”, aunque no hubiera ocurrido REM. Lo describían como fragmentos mentales más conceptuales, menos imaginativos y sin trama clara .
La diferencia es clara: los sueños REM son largos, sensoriales y estructurados; los NREM son breves, abstractos o como fragmentos de pensamiento —merecen llamarse “ensueños” más que sueños propiamente dichos.
¿Qué dice el cerebro?
Siclari y su equipo han empleado EEG de alta densidad para medir la actividad cerebral justo antes de despertar a personas en sueño NREM. Hallaron que esos “ensueños” ocurren cuando las ondas lentas en las zonas centrales y posteriores del cerebro son escasas, pequeñas y superficiales, lo que permite un rasgo de activación local que favorece el recuerdo .
Esto implica que el cerebro no está completamente “desconectado” en las fases NREM profundas: existe un tipo de microactivación localizada que permite experiencias mentales sutiles. Es fascinante porque muestra cómo la conciencia puede surgir aun en el silencio profundo del sueño.
¿Qué sentido tienen estos sueños?
Las funciones de los sueños siguen siendo un terreno de debate. Por un lado, el sueño NREM se considera crucial para la recuperación física y la consolidación de la memoria, mientras que el REM sería más misterioso; algunos lo vinculan a la creatividad, a procesar emociones o a simular experiencias sociales .
El neurocientífico Patrick McNamara afirma que los sueños son creativos: combinan elementos cotidianos de formas nuevas, lo que podría reflejar funciones cognitivas importantes para aprender, adaptarse o ensayar situaciones .
Una visión más rica del soñar
Hoy sabemos que soñamos más y de formas muy variadas: no solo en la noche intensa del REM, sino también en los pasajes sutiles del NREM, cuando el cerebro se activa por fragmentos. Como destaca Siclari, “soñamos mucho más frecuentemente y de formas más variadas de lo que la mayoría cree; normalmente solo recordamos una pequeña parte” .
Estudiar esos ensueños nos permite observar cómo funciona la mente cuando está desconectada del entorno consciente. Es un puente fascinante entre el mundo interior y las funciones cerebrales fundamentales, entre dormir profundo y seguir conscientes, tan solo en un rincón.